Como fundador de UKLASH y alguien que lleva años investigando a fondo qué es lo que realmente impulsa un crecimiento capilar sano, me sigue sorprendiendo lo extendido que está el uso de aceites como remedio estrella para el pelo. Aceite de coco, de argán, de ricino… Los sérums a base de aceites están por todas partes, prometiendo una melena más densa, más brillo y más crecimiento. Y sí, pueden aportar un brillo momentáneo o suavidad a la fibra capilar. Pero, ¿al cuero cabelludo? No tanto.

Vamos a desmontar esta tendencia y a explicar por qué aplicarte aceite en el cuero cabelludo podría estar haciendo justo lo contrario de lo que esperas. Aquí van cinco motivos por los que el hair oiling puede ser perjudicial y cómo podría estar detrás de la caída del pelo, los folículos obstruidos o un crecimiento más lento de lo habitual.

¿El aceite para el cabello provoca la caída del cabello?

1. Folículos obstruidos = crecimiento más lento y mayor caída

Cuando aplicas aceite en el cuero cabelludo, estás creando una capa pegajosa que atrapa con facilidad células muertas, sudor y el propio sebo natural de tu piel. Con el tiempo, esta mezcla obstruye los folículos pilosos e impide que el oxígeno y los nutrientes lleguen bien a la raíz.

Este tipo de bloqueo es uno de los principales responsables de la inflamación crónica, la caída del cabello e incluso la pérdida capilar a largo plazo. Imagínalo como si vertieras grasa espesa en un desagüe estrecho: se acumula, se atasca, y en este caso, lo que se bloquea es la capacidad de tu pelo para crecer con fuerza desde la raíz.

2. Favorece la aparición de caspa y el crecimiento excesivo de hongos

Si llevas tiempo lidiando con picores o descamación en el cuero cabelludo, puede que los aceites estén contribuyendo más de lo que imaginas. Existe un hongo llamado Malassezia, que vive de forma natural en el cuero cabelludo. Normalmente no causa problemas, pero se alimenta precisamente de los aceites, sobre todo de los que aplicamos directamente. ¿El resultado? Su crecimiento se descontrola, provocando caspa, inflamación y, en los casos más severos, dermatitis seborreica.

Estas afecciones alteran el equilibrio natural del cuero cabelludo, irritan la piel y perjudican aún más la salud de los folículos. ¿Consecuencia directa? Un entorno poco saludable para el crecimiento del pelo, más caída de la habitual y un malestar que no deberías normalizar.

3. El aceite es difícil de eliminar y provoca acumulación de producto

El aceite no se elimina fácilmente, sobre todo si usas limpiadores suaves. A menos que recurras a champús con sulfatos agresivos (que traen sus propios problemas), lo más probable es que siempre quede una capa de residuos. Esto no solo apelmaza el cabello y le quita brillo, sino que también asfixia el cuero cabelludo.

Esa acumulación actúa como una barrera física que impide que los nutrientes, el agua y el oxígeno lleguen bien a los folículos. En otras palabras: tu cuero cabelludo se ve literalmente ahogado. Y un cuero cabelludo asfixiado no puede producir un pelo más grueso ni estimular un crecimiento sano.

¿Notas que tu melena se engrasa al día siguiente de lavarla? ¿O que necesitas varios lavados para que realmente parezca limpia? Eso suele ser una señal clara de acumulación de producto, lo que puede estar frenando el ciclo natural de renovación capilar.

4. Rompe el equilibrio natural de aceites del cuero cabelludo

Tu cuero cabelludo ya sabe cómo cuidarse solo. Produce su propio aceite natural (sebo), que hidrata de forma equilibrada sin obstruir poros, siempre que no lo alteremos. Pero si añadimos aceites constantemente, ese equilibrio se rompe.

A veces, el cuero cabelludo deja de producir su propio sebo porque «piensa» que ya no lo necesita, lo que puede derivar en sequedad y descamación cuando el aceite externo desaparece. Otras veces, reacciona justo al revés: genera más grasa de la cuenta para compensar, creando un bucle constante de exceso de sebo, poros obstruidos y posible caída del pelo. Sea como sea, estás alterando su ritmo natural… y saboteando tus propios esfuerzos por conseguir un cabello más sano y bonito.

5. Impide la absorción de ingredientes activos para el crecimiento

Si estás utilizando productos de alto rendimiento como el Sérum de Crecimiento del Cabello de UKHAIR, aplicar aceite antes o después es como envolver tu cuero cabelludo en papel film. Los aceites crean una barrera hidrofóbica (que repele el agua) que impide que los sérums penetren como deberían. En vez de alimentar tus folículos con ingredientes activos que estimulan el crecimiento, los estás aislando por completo.

¿Resultado? Estás desperdiciando tu inversión en productos pensados para ayudarte a conseguir un pelo más fuerte y con más volumen. En lugar de nutrir el cuero cabelludo, lo estás dejando incomunicado.

¿Y qué pasa con los ácidos grasos de los aceites capilares?

Es cierto: algunos aceites son ricos en ácidos grasos como el omega-3 y el omega-6, que pueden ser beneficiosos para la piel y el cabello. Estos ácidos pueden nutrir la fibra capilar, aportar brillo y reducir la aparición de puntas abiertas. Y sí, si tienes el cuero cabelludo muy seco o con descamación (ya sea por el clima o por alguna afección cutánea), usar aceite de forma puntual puede ayudarte a retener la hidratación y calmar la zona.

Pero esto debe verse como un tratamiento ocasional para casos extremos, no como una rutina habitual. Y aún en esos casos, es fundamental limpiar bien el cuero cabelludo después. Si no, los riesgos siguen siendo los mismos: folículos obstruidos, acumulación de producto y bloqueo de tratamientos formulados para estimular un crecimiento sano.

Así que, aunque el hair oiling puede tener su lugar en rutinas muy específicas, no es una solución mágica para todo el mundo y, desde luego, no debería ser la base de tu cuidado capilar.

¿Qué alternativas al aceite capilar?

Tu cuero cabelludo no es solo piel: es un ecosistema vivo y activo que tiene la misión de generar un pelo sano y fuerte. Por eso creé el Sérum de Crecimiento del Cabello de UKHAIR: una fórmula ligera a base de agua, diseñada para nutrir el cuero cabelludo sin obstruirlo. Una solución eficaz para remplazar el aceite capilar.

Se absorbe con rapidez, penetra en profundidad en los folículos y libera activos que ayudan a que el cabello crezca más rápido, largo y resistente. Sin residuos grasos, sin necesidad de champús agresivos y sin alterar la producción natural de sebo.

Si de verdad quieres conseguir una melena más densa, reducir la caída y evitar la rotura, todo empieza por cambiar la forma en la que cuidas tu cuero cabelludo. Di adiós a los aceites pesados y apuesta por soluciones que potencien su salud, en lugar de frenarla.

Aplicar aceite en el cuero cabelludo puede dar una sensación momentánea de nutrición, pero lo cierto es que a menudo hace más daño que bien. Obstruye los poros, favorece el crecimiento de hongos, deja residuos, altera la producción natural de grasa y bloquea la absorción de ingredientes clave. Todo esto tiene un impacto directo en el ritmo de crecimiento del pelo y puede contribuir a la caída o a la rotura.

¿Significa eso que los aceites son siempre malos? No. Pueden ser útiles para sellar las puntas o dar brillo al cabello, pero no son la solución para cuidar el cuero cabelludo. Si buscas resultados reales y duraderos, céntrate en nutrirlo con fórmulas limpias y respaldadas por la ciencia, como el Sérum de Crecimiento del Cabello de UKHAIR.

Deja que tu cuero cabelludo respire. Nútrelo de forma consciente. Y despídete de los mitos grasientos: es hora de darle a tu melena el crecimiento saludable que se merece.